Recursos / Bienetar en los centros

Acompañar el duelo
en la escuela

Porque cuando la pérdida llega, también entra al aula

Necesitamos herramientas para mirar el dolor sin miedo, para hablar cuando cuesta, y para acompañar sin sentirse solo.

Guía para educadores. El duelo en el ámbito escolar

Elaborada por Escuelas Católicas con el patrocinio de SM, es una herramienta pensada para profesores, equipos directivos y comunidades escolares que quieren acompañar el duelo de forma consciente, respetuosa y humana.

Cada persona lo vive a su manera, y en la escuela, también los niños y adolescentes lo expresan con preguntas, silencios, enfados o necesidad de rutina, porque el duelo es la respuesta natural ante la pérdida de alguien querido. No es una patología, ni algo que se “cura”, sino un proceso personal que necesita tiempo, espacio y apoyo. Acompañarlos es una tarea delicada, pero profundamente necesaria.

 

Etapas y tareas del duelo

El duelo atraviesa distintas etapas

1.

Evitación.
cuando cuesta aceptar lo que ha pasado.

2.

Asimilación.
Cuando la pérdida se vuelve real.

3.

Acomodación.
Cuando se empieza a integrar la ausencia.

Y también implica tareas activas, como aceptar lo ocurrido, expresar emociones, adaptarse a la nueva realidad y encontrar un nuevo equilibrio; y descartar algunas ideas equivocadas (“Mejor no hablar de la muerte con los niños”, “Si no muestro mi dolor, sufro menos”, “El duelo se supera en un año”…). La realidad es que hablar, compartir y sentirse acompañado ayuda, especialmente a los más pequeños.

¿Ha fallecido alguien en tu comunidad educativa?

Hay pasos que deben darse en las primeras 24 horas y otros más adelante, pero siempre desde una mirada humana, coordinada y respetuosa con los tiempos de cada persona.

Inmediatamente

Si el suceso tiene lugar en el centro, llamar a los servicios médicos de urgencia y a la Policía

Comunicar con la familia (expresar condolencias, ponerse a su disposición y contarles la información que se va a transmitir a la comunidad educativa)

Analizar la situación, recabar información y coordinar las actuaciones

Comunicar el suceso al claustro de profesores, al Consejo Escolar y al AMPA, así como a las administraciones educativas si estamos ante una situación de crisis. Ofrecer apoyo psicológico

Comunicar el suceso a los alumnos y ofrecerles apoyo psicológico y acogida

Elaborar un comunicado informativo y de condolencia para la comunidad educativa

Dar información sobre los servicios profesionales que ofrecen ayuda en estos casos (Teléfono ANAR, Teléfono de la Esperanza, servicio de psicólogos de las consejerías de Educación…)

Si el suceso ha saltado a los medios activar el protocolo de comunicación de crisis: investigar; constituir comité de crisis; identificar los públicos afectados; establecer pautas de actuación; contactar con un abogado; determinar la información a transmitir; y elegir los canales y el portavoz para difundirla

Consultar con la familia la posibilidad de asistir al tanatorio

Consultar con los padres o familiares sobre la posiblidad de asistir al entierro, funeral…

Atender al profesorado y resto de personal

En las clases, a través de las tutorías: constituir un clima de confidencialidad, abrir un cículo para promover los sentimientos, explorar emociones, generar un recuerdo o realizar un homenaje…

Dar continuidad a las labores de comunicación siguiendo el protoco de crisis, si la hubiese, y atender a los medios de comunicación

Incluir el suceso en la oración de la mañana y realizar algún acto de homenaje religioso, social o, si fuera el caso, interreligioso

Valorar la posibilidad de suspender las clases por un día o cualquier acto extraordinario que tuviera programado el centro

En caso de fallecimiento por accidente, suicidio u otros casos, estudiar si existiera responsabilidad civil o penal del centro

Mantener la normalidad en el aula, con flexibilidad y realizando un seguimiento

Ofrecer apoyo particular a alumnos que lo necesiten

Mantener comunicación con la familia, el orientador y el tutor

En el caso de ser un alumno comunicar el fallecimiento a la Consejería de Educación, al objeto del cierre de su expediente; y si es un trabajador comunicar su baja a la Seguridad Social o a la Consejería de Educación (si está en régimen de pago delegado), así como a la compañía de seguros

Si se trata de un accidente de trabajo, comunicar el fallecimiento a la autoridad laboral de la provincia

Tener especial atención en fechas como navidades, cumpleaños, aniversario de la fecha…

Seguimiento tanto de los alumnos (tutorías), como de la repercusión en medios de comunicación

Institucionalizar, una vez al año, la celebración cristiana de la muerte para recordar a los fallecidos durante el año