¿Qué es la Pascua?
Son los cincuenta días que la liturgia nos ofrece para celebrar y recordar el acontecimiento central de nuestra fe: la resurrección de Jesús. ¡Jesús sigue entre nosotros, a través de su Espíritu! Está presente en la historia, vive; esto es lo central de este tiempo.
Pascua significa “paso”, salto, cambio, transformación de una forma de vida a otra. Si la Cuaresma se ha centrado en un largo proceso de conversión, la Pascua culmina y celebra el final de ese proceso, la alegría de la nueva existencia en la libertad, la luz y la vida. Esta transformación, para los creyentes implica un compromiso con la justicia, la vida de todos… por eso este tiempo se abre a la realidad, a la sociedad, a la lucha por todo lo que aún en nuestro mundo hay de oscuridad, de duda, de no-luz.
Las siete semanas de Pascua terminan con la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. La Iglesia y la vida personal de cada creyente es animada por este mismo Espíritu que Jesús nos dejó.
Símbolos de la Pascua
Cincuenta días. En los pueblos de la antigüedad, los números ejercían una gran influencia y estaban estrechamente vinculado a lo religioso. El pueblo de Israel no es ajeno a esto, y por ello la Biblia revela la importancia de los números. Entre ellos está cincuenta, que hacía referencia al año jubilar en Israel. En ese día cincuenta, el Pueblo de Israel presentaba gozosamente sus dones voluntarios al Señor (Dt.16, 9-11). El significado que el Pueblo de Israel le asigna es de“consumación”, “conclusión”, sella un periodo de tiempo extraordinario, central para la vida del creyente.
El color blanco es el color de la fiesta, de la luz, de la vida. Para la liturgia, el blanco es la máxima expresión de la alegría y de la fiesta.
El cirio pascual se enciende en la vigilia pascual del domingo de resurrección y no se apagará hasta el término de la Pascua. Su luz es signo de la presencia de Jesús Resucitado. Cristo extiende la victoria de la Vida sobre la muerte. Como él, nosotros también estamos invitados a ser luz (Mt. 5,14)
El fuego, marca el inicio y el final de este tiempo (vigilia pascual y narración y de Pentecostés), con el simbolismo de purificación, de fuerza transformadora, también como imagen del Espíritu Santo, don de la Pascua.
Cómo orar en Pascua
- Crea un ambiente sereno. Recuerda en qué tiempo estamos, hazles caer en la cuenta del símbolo, gesto, imagen, canción que has elegido y haz que centren su atención en él.
- En función de la propuesta que hayas elegido, dedica tiempo a la observación, la reflexión o la escucha. No te quedes en una práctica de tipo intelectual, moral, sino invita a la oración.
- Deja tiempo para la relación con Jesús.
- La Pascua es tiempo de apertura a la vida en todas las manifestaciones. Invítales a que observen, a que se abran a lo que han recibido, a la vida que cada día seles regala… al AGRADECIMIENTO.
- Y la Pascua también es tiempo de tener en el corazón a todos aquellos que viven en el dolor, en la injusticia, en la no-vida. Como creyentes estamos llamados a anunciar la Buena Nueva de Jesús a todos, invítales al compromiso con todas esas realidades de dolor… a su manera, con los pasos que puedan… “Dios quiere que el hombre viva”, muchos hermanos nuestros aún no pueden vivir una vida digna.
- Acaba la oración pidiendo que la VIDA se abra camino, y seamos signos y testigo de esa vida y alegría que necesita darse, que contagia.
Cantaremos aleluya. (Elegir uno adecuado a la edad y que puedan cantar todos).
Monición
A pesar de las muchas malas noticias que últimamente vemos por la televisión o que leemos en el twitter, para los cristianos y, en realidad, para todo el mundo existe una Buena Noticia: ¡¡¡JESÚS HA RESUCITADO Y VIVE ENTRE NOSOTROS!!!, por eso ¡Hoy estamos de fiesta!
Aleluya es una de las palabras que más se repiten en tiempo de Pascua. Pero, ¿Qué significa? Significa alegría, y encierra todo lo que deben vivir los amigos de Jesús.¿Cuál es el motivo de nuestra alegría? Vamos a ver si en esta Celebración conseguimos averiguarlo, y ojalá como cristianos podamos ser especialmente, en este tiempo de Pascua, mensajeros de Alegría.
Gesto
Siete alumnos/as van saliendo con cada una de las letras dela palabra Aleluya (imágenes de Fano) al tiempo que vangritando las siguientes frases: (si se prepara con los mayores pueden escribir sus propios mensajes)
- ¡Aleluya! Jesús ha resucitado
- ¡Aleluya! Dios ha querido quedarse a vivir entre nosotros.
- ¡Aleluya! Jesús vive y camina a nuestro lado.
- ¡Aleluya! No te quedes ahí parado mirando al cielo…
- ¡Muévete! y transmite tu alegría
- ¡Aleluya! Anunciemos la Buena noticia: Dios nos ama
- ¡Aleluya! Jesús dice: No estéis tristes yo soy la Vida
¡Aleluya! Seréis mis testigos hasta los confines del mundo.
Lectura del Evangelio Lc (adaptación). Puede representarse
El domingo, muy de madrugada, antes que apareciera el sol, María Magdalena y otras mujeres se dirigieron al sepulcro donde había sido enterrado el cuerpo de Jesús.
Grande fue su sorpresa cuando vieron que la piedra quecerraba el sepulcro no estaba en su lugar y éste estabaabierto. Temerosas entraron en la sepultura, pero estabavacía. A punto de llorar salieron gritando: “No está aquí,alguien ha robado el cuerpo de nuestro Señor.” En esemomento, se les apareció un ángel en medio de una gran luzy les dijo: “¿Por qué lo buscáis entre los muertos? Jesús no estáaquí: Dios le devolvió la vida, Jesús resucitó, tal como Él lohabía anunciado. Id ahora y decidlo a los discípulos” Ellassalieron corriendo, felices de llevar esta noticia. ¡Aquel era sinduda el día más feliz de sus vidas! Corrieron y corrieron hastallegar al lugar donde estaban los discípulos y lesgritaron: “¡Vive, vive, Jesús vive! ¡No está en la sepultura y unángel nos confirmó la noticia! Pedro y Juan no lo podían creer,entones se vistieron con rapidez y salieron corriendo paracomprobar si las mujeres decían la verdad. Al entrar al interior
de la cueva, Jesús no estaba, sólo el lienzo blanco con que habían envuelto su cuerpo muerto estaba bien doblado sobre una piedra. Había resucitado tal como se los había dicho en una ocasión. Jesús había cumplido con su palabra y con su promesa.
Breve comentario
Dar noticias buenas es muy agradable, pero dar noticias malas es incómodo y a veces triste. ¿No os parece que la Resurrección de Jesús es la mejor de todas las noticias que se han dado en el mundo entero? Damos gracias por ser portadores de esa Buena noticia y por la invitación de Jesús a ser sus testigos.
Recitamos juntos la siguiente oración
Has dado la vida por amor a todos Jesús, has dado tu vida por amor a todos.
Pasaste haciendo el bien, curando a los enfermos,atendiendo a los que sufrían, ayudando a los pobres,viviendo con mucho amor lo que el Padre te habíaenseñado.
Y tu amor fue tan grande que diste la vida POR NOSOTROS.
Dios Padre te resucitó y nosotros creemos y confiamos en quevives y estás con nosotros.
Tú nos enseñas que es posible dar la vida por amor,si todos los días ayudamos a los demás, compartimos nuestrascosas,trabajamos por la paz y vivimos con alegría.
Así en el mundo habrá más amor.
(Marcelo A. Murúa)
Terminamos cantando de nuevo el Aleluya u otro canto adecuado de fiesta, alegría, vida…
Gesto final (para los mayores)
Se les puede invitar a subir a su Instagram o Snapchat a lo largo del día una foto o mensaje que transmita la ALEGRÍA POR LA VIDA.
Hoy te presentamos los siguientes enlaces donde podrás encontrar más recursos para las oraciones de Pascua.